Las patologías digestivas tienen un gran impacto en la calidad de vida de quienes las padecen y cada vez son más prevalentes en la población. En este artículo analizamos cómo influye la enfermedad inflamatoria intestinal en la calidad de vida de quienes la padecen.
Qué es la enfermedad inflamatoria intestinal
La enfermedad inflamatoria intestinal es un término que incluye principalmente dos trastornos que implican inflamación de los tejidos del tracto digestivo: la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn.
Ambas patologías se caracterizan por una inflamación intestinal crónica que se da en personas predispuestas genéticamente y se desencadena por factores ambientales.
Todavía se desconocen las causas de enfermedad inflamatoria intestinal pero la dieta podría ser una de ellas.
Dieta y enfermedad inflamatoria intestinal
Una de las causas de enfermedad inflamatoria intestinal es la dieta occidentalizada caracterizada por un consumo elevado de grasa, proteína animal y azúcar refinado y un consumo bajo de fibra y vegetales.
Este tipo de alimentación puede generar alteraciones en la microbiota intestinal, la permeabilidad intestinal y favorecer la síntesis de citocinas proinflamatorias, promoviendo la inflamación crónica.
La microbiota intestinal es fundamental para mantener la homeostasis intestinal (entre otros motivos).
En personas con enfermedad inflamatoria intestinal se han observado cambios en la microbiota (disbiosis) que alteran sus funciones.
Todavía se desconoce si la alteración en la microbiota es causa o consecuencia de la enfermedad inflamatoria intestinal.
Dieta como factor de riesgo de EII
En cuanto a la dieta como factor de riesgo de enfermedad inflamatoria intestinal, una ingesta elevada de azúcares y una baja ingesta de fruta y verdura se asocia con el riesgo de desencadenar la patología.
También se valora como factor de riesgo de enfermedad inflamatoria intestinal un consumo elevado de proteínas de origen animal sobre todo.
El consumo de carnes rojas, carnes procesadas y/o alcohol también se asocia con el riesgo elevado de tener un brote de la enfermedad.
Actividad física y enfermedad inflamatoria intestinal
Realizar actividad física de manera frecuente parece reducir casi un 40% el riesgo de padecer enfermedad de Crohn aunque no parece tener el mismo efecto en el riesgo de padecer colitis ulcerosa.
Estado psicológico y EII
Se ha demostrado que determinados factores estresantes influyen en el intestino debido al eje cerebro-intestino.
El estrés, la angustia, la ansiedad, la depresión… son muy prevalentes en patologías digestivas como enfermedad inflamatoria intestinal, síndrome del intestino irritable, dispepsia funcional…
El estado psicológico tiene la capacidad de alterar el sistema digestivo tanto en presencia de patologías digestivas como en personas sanas.
En personas que padecen patologías digestivas la probabilidades de tener algún tipo de afección psicológica está más elevada debido a la disminución de calidad de vida que suelen conllevar.
Esto puede llevar a las personas que padecen una patología digestiva a un bucle en el que la patología digestiva genera malestar psicológico y este malestar psicológico empeora o perpetúa la patología digestiva.
Un estudio realizado en 700 pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal relaciona el estrés percibido, el estado de ánimo y los principales eventos de la vida con brotes sintomáticos de la patología.
También se ha observado que el estrés crónico puede modificar muchas funciones del intestino como la permeabilidad intestinal, la motilidad y el dolor visceral.
Recomendaciones para pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal
En relación a la dieta, aún no hay evidencia sobre los beneficios de consumir alimentos o nutrientes específicos ni sobre recomendar o seguir una dieta concreta.
Se recomienda seguir una dieta variada y lo más libre posible. Evita restringir alimentos o grupos de alimentos a no ser que sea bajo recomendación de un profesional cualificado para realizar abordajes nutricionales.
Suprimir grupos de alimentos basándose en propias creencias puede llevar a déficits nutricionales graves. Si padeces enfermedad inflamatoria intestinal el mejor consejo que puedo darte por aquí es que acudas a un dietista nutricionista especializado en patologías digestivas.
En cuanto al ayuno total, esta es una práctica considerada obsoleta. No está recomendado el reposo intestinal.
Los medicamentos destinados a tratar estas enfermedades serán más efectivos si los combinamos con una alimentación rica en vegetales, la práctica de actividad física y un buen manejo de las emociones.
Si padeces EII u otra patología digestiva no dudes en acudir a un especialista para empezar tratamiento. Un equipo formado por un médico digestivo, nutricionista, entrenador personal y psicólogo sería la opción ideal.
Escrito por Paloma.
Bibliografía:
- https://tienda.elsevier.es/consecuencias-nutricionales-de-las-enfermedades-digestivas-9788491131687.html
- https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5333596/
- https://fissac.com/el-estres-cronico-aumenta-la-inflamacion-del-intestino/
- https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/20372115/
- https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC8634751/