La alimentación, el tabaco, el nivel de exposición a la contaminación o la actividad física, entre otras muchas variables, componen nuestro estilo de vida.
Este concepto determina no solo rasgos de nuestra personalidad, salud, aficiones… también tendrá mucha influencia durante el embarazo en la futura salud del bebé que se está gestando.
Y, ¿cómo podemos saber eso? El secreto se encuentra en la longitud de los telómeros.
¿Qué son los telómeros?
Los telómeros son estructuras encargadas de proteger nuestra información genética durante la división celular, ubicada al final de los cromosomas. Para entenderlo mejor, los telómeros son como una doblez de un pantalón, que evita que este se acabe deshilachando.
O como el barniz de una mesa, que evita el desgaste de la madera de la que está hecha.
La importancia de estas estructuras radica en que, en cada división celular, los telómeros se van acortando. A la vez que se acortan, aumenta el riesgo de mortalidad y de enfermedades relacionadas con la edad.
Pero, ¿qué tiene que ver esto con el estilo de vida?
La respuesta se encuentra en la velocidad a la que se acortan los telómeros.
Esta velocidad está determinada por la genética y el estilo de vida (alimentación, tabaco, exposición a la contaminación, actividad física…).

¿Cuál es la influencia del estilo de vida durante el embarazo?
Aspectos como el tabaco, un peso elevado de la madre o la exposición a la contaminación van a repercutir en esa velocidad de acortamiento de los telómeros.
El exceso de peso de la madre tendrá un efecto negativo no solo en su salud, también en la salud del bebé a largo plazo.
Situaciones como la obesidad tienen una influencia directa sobre la longitud inicial de los telómeros de los bebés. Los bebés de madres que padecían obesidad tenían unos telómeros más cortos (1).
Sabemos que, por cada incremento de una unidad de Índice de Masa Corporal (IMC) antes del embarazo, los telómeros que se encuentran en el cordón umbilical pueden llegar a ser un 0,66% más cortos (2).
Esto equivale a la longitud que pierde un adulto en un año o año y medio (3).
Otro aspecto importante es el tabaco. Incluso en madres fumadoras pasivas (madres que se encuentran expuestas al humo del tabaco) se observa que los telómeros de sus hijos son hasta un 3,9% más cortos (4).
Por otro lado encontramos también la influencia de la contaminación. Concretamente la mezcla de partículas que expulsa un tubo de escape.
Exponerse a este tipo de contaminación puede acortar la longitud de los telómeros hasta un 13% (5).
Todo esto hace más susceptible al bebé a enfermedades crónicas y a un envejecimiento biológico prematuro.
Los telómeros son estructuras encargadas de proteger nuestra información genética durante la división celular. En cada división celular se van acortando y, a la vez que se acortan, aumenta el riesgo de mortalidad y de enfermedades relacionadas con la edad.
¿Qué se puede hacer para mejorar el estilo de vida?
La influencia del estilo de vida durante el embarazo sumada al embarazo en sí puede servir como factor motivante para realizar un cambio de hábitos que mejoren el estilo de vida de la madre y de su familia.
Para ello, aspectos como aumentar el consumo de alimentos antioxidantes (frutas y verduras), antiinflamatorios (pescado (ojo con los grandes túnidos por su contenido en mercurio) y frutos secos (por su contenido en omega 3)) y fuentes de cereales integrales y féculas (boniato, patata…) por su contenido en fibra.

Todos estos pequeños cambios en la alimentación ayudan a cambiar la balanza en el futuro desarrollo del bebé.
Otro aspecto importante es mantenerse activa.
Pasear, realizar ejercicio de fuerza (asesorada por un profesional cualificado)… también serán hábitos que mejoren la salud tanto del bebé como de la madre.
Mantener una buena salud mental y acudir al psicólogo si es necesario, buscar el apoyo y comprensión del entorno y que el entorno tenga en consideración a la mujer embarazada también tendrá un efecto positivo sobre la salud.
Por último, eliminar por completo hábitos tóxicos como el tabaco o el alcohol, reducir el tiempo de exposición a zonas con alta contaminación (ciudades) y aumentar el tiempo de exposición a entornos naturales (playa, campo…).

Son muchos los pequeños cambios que pueden suponer una mejora significativa en la calidad del estilo de vida. Puede no ser necesario aplicar todos a la vez.
Cualquier cambio en la dirección correcta puede mejorar significativamente la calidad de vida de la persona que lo lleve a cabo y de su entorno.
Si estás interesada en recibir asesoramiento sobre cómo mejorar tu estilo de vida en el embarazo o tienes dudas que resolver, no dudes en contactar con nuestro equipo. Estaremos encantados de ayudarte.
Escrito por Nicolás.