La triada de la mujer deportista es un trastorno que a menudo pasa desapercibido en el deporte y que la mujer sufre en soledad por diferentes motivos entre los que podemos destacar el alto nivel de exigencia no solo desde la propia deportista sino desde las expectativas que se depositan en ella.
Se define como la aparición de trastornos de la conducta alimentaria (TCA), amenorrea y osteoporosis pero, ¿qué significa cada una de estas situaciones?
Los TCA son afecciones de salud mental que suponen problemas serios sobre cómo se piensa en la comida, en la conducta alimentaria, en el cuerpo…
Dentro de este grupo están la anorexia, la bulimia, el trastorno por atracón, etc.
La amenorrea consiste en la ausencia de regla durante más de 3-6 meses.
La osteoporosis provoca la pérdida de densidad ósea, haciendo a los huesos más frágiles y propensos a fracturas.
Estas condiciones por sí solas ya suponen un problema de salud que requiere de atención por parte de un equipo interdisciplinar pero la combinación de las tres en el contexto deportivo requiere intervención cuanto antes.

¿Qué síntomas presenta la triada de la mujer deportista?
Baja disponibilidad energética.
El cuerpo humano necesita energía para mantener las funciones vitales como mantenimiento celular, crecimiento, reproducción, termorregulación…
Una baja disponibilidad energética repercutirá en el desarrollo de estos mecanismos afectando negativamente a la salud.
En deportes categorizados por peso, estéticos y artísticos es común que exista este problema por el físico o porcentaje graso que se busca en ellos.
Aún así también podemos encontrar este problema en otros deportes en los que las altas exigencias a las que se expone el deportista no se cubran con la alimentación.

Alteraciones en el ciclo menstrual.
La amenorrea es la ausencia de menstruación durante más de 3-6 meses.
Es importante tener en cuenta este aspecto en mujeres jóvenes.
Un retraso en la primera regla (amenorrea primaria) puede indicar un problema hormonal o de disponibilidad energética.
También puede pasar que el ciclo de repente se ausente durante 3-6 meses o más.
En este caso se denominaría amenorrea secundaria y podría ser resultado también de una baja disponibilidad energética o de algún problema en el eje hipotálamo-hipofisario-ovárico.
Osteoporosis.
La ganancia de masa ósea se produce mayoritariamente entre los catorce y quince años situándose el pico máximo entre los veinte y treinta.
A pesar de que existe relación entre la genética y la capacidad de ganancia ósea, el papel de la alimentación en la infancia tiene una gran importancia.

¿Cómo prevenir esta situación?
Es muy importante realizar, por parte de los entrenadores, nutricionistas, psicólogos y personal de atención primaria, valoraciones de los tres factores mencionados en el punto anterior.
Además, es importante establecer unos hábitos saludables desde las primeras etapas de la infancia que no solo mejoren su estado nutricional y garanticen su correcto crecimiento, sino que generen conductas sanas y sostenibles con la alimentación, entrenamiento y salud mental.
Esto será muy útil para la prevención frente a la triada de la mujer deportista.
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Escrito por Nicolás.