¿Qué es el síndrome de ovario poliquístico?

Los primeros registros de posibles alteraciones en el ciclo menstrual, infertilidad y aumento de rasgos masculinos en mujeres datan del siglo V a.C. Desde ese momento son cada vez más los registros que encontramos sobre mujeres con cambios morfológicos en los ovarios y manifestaciones de carácter hiperandrogénico. Esto supuso el pistoletazo de salida a la investigación que hoy en día tenemos sobre el síndrome de ovario poliquístico (SOP).

Hoy conocemos más acerca de las posibles manifestaciones y características del SOP.

Esta es una patología compleja y de carácter multifactorial en la que un abordaje individualizado será necesario desde la sospecha hasta el tratamiento adecuado para la persona.

Qué es el síndrome de ovario poliquístico (SOP).

Uno de los artículos más importantes que sentó el punto de partida para describir el SOP, es el artículo publicado en el año 1935 en la revista “American Journal of Obstetrics and Gynecology”, escrito por Freiler Stein y Michael Leventhal.

En él se exponen por primera vez cambios morfológicos en los ovarios, alteración en la menstruación, subfertilidad e hiperandrogenismo (1).

A día de hoy sabemos que el SOP es una alteración endocrina y metabólica compleja con una prevalencia estimada del 6-12% de casos en mujeres en edad reproductiva.

Aunque también sabemos que se puede llegar a dar en el climaterio y la menopausia

Esto último es muy importante porque, pese a que la prevalencia en estas etapas sea baja, nos da luz acerca de que el el SOP no sea exclusivamente un desorden reproductivo

Criterios diagnósticos.

A la hora de definir el síndrome de ovario poliquístico tenemos que tener en cuenta que existe mucha controversia al respecto y existen diferentes criterios diagnósticos para determinar su presencia.

En 1990 el instituto nacional de salud de EEUU (NIH) establece que, para diagnosticar SOP y tras haber descartado otras patologías que puedan desencadenar síntomas similares, el cuadro clínico debería presentar:

  • Anovulación (amenorrea u oligomenorrea con sangrados anovulatorios).
  • Presencia de hiperandrogenismo clínico (hirsutismo, acné, alopecia androgénica) o hiperandrogenismo bioquímico (niveles elevados de andrógenos en sangre).

En 2003 se añadió una morfología concreta del ovario como criterio diagnóstico y añadieron también que se tienen que dar al menos 2 de estos 3 criterios para diagnosticar SOP:

  • Oligoanovulación (menos de 9 menstruaciones al año o 3 ciclos de más de 38 días durante el último año).
  • Hiperandrogenismo clínico o bioquímico.
  • Ovario poliquístico.

De esto sacamos los famosos criterios de Rotterdam altamente utilizados como criterios diagnósticos a día de hoy.

Aun así, con estos criterios se siguen dando casos de diagnóstico erróneo de SOP.

La amenorrea u oligomenorrea unido a ovarios de apariencia poliquística, pero sin hiperandrogenismo podría conducir a diagnosticar SOP en un cuadro que se cruce con una Amenorrea Hipotalamica Funcional (AHF) en la que este cuadro es probable. 

Debido a esta probabilidad de generar falsos positivos de SOP en el año 2006 la AES (Androgen Excess Society) añadió a los criterios de Rotterdam la necesidad de presentar hiperandrogenismo en cualquier forma (manifestaciones físicas o evidenciado en analítica sanguínea) (2).

¿Cuál es la sintomatología?

El síndrome de ovario poliquístico tiene muchas maneras de manifestarse.

Una misma mujer a lo largo de su vida puede sufrir variaciones en el fenotipo del SOP

El SOP se puede presentar de muchas maneras pero hay 4 manifestaciones clínicas a las que vamos a darle más importancia:

hiperandrogenismo clínico, hiperandrogenismo bioquímico, alteraciones menstruales y ovario poliquístico.

Hiperandrogenismo clínico.

El hiperandrogenismo clínico se manifiesta principalmente con alopecia androgénica, hirsutismo y acné (3).

Estos síntomas han de valorarse también en mujeres en edad no reproductiva.

Como hemos mencionado anteriormente el SOP no es solo un síndrome que se dé en edad reproductiva

Tener una mirada amplia sobre el SOP permitirá no dejar “tiradas” a muchas mujeres en el diagnóstico correcto. 

Hiperandrogenismo bioquímico.

Otro de los aspectos a tener en cuenta es una analítica.

Mediante ella podemos valorar los niveles de andrógenos en sangre.

Con ella podemos medir los niveles de hormonas como la LH (hormona luteinizante) y la FSH (hormona foliculoestimulante) además de otros andrógenos como testosterona libre, DHEA-S o androstendiona.

Alteraciones menstruales.

Las mujeres que tienen SOP pueden presentar alteraciones en el ciclo menstrual y sufrir ciclos irregulares que lleguen a ser mayores de 35 días e incluso pasar por periodos de amenorrea (ausencia de regla).

Además se puede presentar sangrado y confundirlo con sangrado menstrual.

Pese a esto, para poder determinar que haya menstruación, el sangrado tiene que ser precedido de ovulación.

Es por este motivo que es muy importante en pacientes con SOP que tengamos en cuenta todas las posibles manifestaciones y no reducirlo a mujeres en edad reproductiva.

Hay que enfatizar en la importancia de elaborar una buena recolección de datos sobre la paciente con el fin de evitar falsos positivos o diagnósticos incorrectos que supongan una mala elección en el abordaje terapéutico.

Además de esto, es importante también tener en cuenta todos los aspectos que rodean a la persona (psicológico, biológico y social) para dar con el abordaje adecuado en cada caso.

Escrito por Nicolás.

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