Qué es la asertividad

¿Alguna vez has querido expresar lo que necesitabas pero no has sabido cómo hacerlo? ¿Has necesitado decir algo que no te gustaba pero has sentido malestar por generar un conflicto? En este artículo vamos a hablar sobre qué es la asertividad, en qué nos puede ayudar y te daremos algunas pautas para poder empezar a ponerla en práctica.

¿Qué es la asertividad?

La asertividad es un estilo de comunicación y una forma de expresar lo que queremos y necesitamos de forma consciente, clara, directa y congruente con nosotros mismos pero respetando a la otra persona.

Es el punto medio entre la pasividad y la agresividad.

La asertividad se encuentra dentro del grupo de las habilidades sociales.

Es decir, aquellas aptitudes y conductas que nos ayudan a relacionarnos con los demás de forma satisfactoria incluso en las situaciones conflictivas.

Por ejemplo:

  • Elementos verbales.
  • Elementos no verbales.
  • Elementos paralingüísticos (señales vocales, como el tono de voz).
  • Mixtos.

Las personas asertivas conocen sus propios derechos y los defienden respetando a los demás.

Se vería como algo de este estilo: «lo que tú quieres y necesitas importa pero lo que yo quiero y necesito también», «tú tienes derecho, yo tengo derecho».

Por lo tanto, la asertividad está directamente relacionada con saber poner límites.

Manuel J. Smith, profesor de psicología clínica en la universidad de California, señaló que hay unos derechos asertivos como cometer errores y responsabilizarnos de ellos que nos ayudan a mantener relaciones sociales.

Esto se explicará en el siguiente punto.

¿La asertividad puede fomentar nuestra autoestima?

La asertividad está directamente relacionada con una buena autoestima.

Las personas asertivas no se sienten inferiores ni superiores a los demás, sino que suelen estar satisfechos con sus relaciones sociales y tienen respeto por uno mismo y una plena gestión emocional.

Es importante saber diferenciar la asertividad con la sinceridad extrema.

En nombre de la sinceridad no se puede decir todo lo que se piensa sin ningún tipo de delicadeza y consideración.

Recordemos que la asertividad es respetarnos a nosotros mismos pero también al resto de personas además de utilizar un lenguaje respetuoso.

¿Para qué necesitamos asertividad?

Algunos de los motivos por los que es necesaria la asertividad son los siguientes:

  • Ayuda a aumentar nuestra autoestima puesto que nos vemos merecedores y capaces de poder expresar lo que necesitamos y lo que nos molesta.
  • Puede aclarar conflictos y malentendidos.
  • Frena discusiones.
  • Las personas del entorno de personas con asertividad pueden sentirse respetados y valorados.
  • Mejora la comunicación.
  • Ante discusiones, nos ayudará a mantener la calma.
  • Hace posible negociar de manera más equitativa y serena.
  • Mejora nuestras habilidades sociales para tomar mejores decisiones.

¿Por qué me cuesta ser una persona asertiva?

Hay personas que, ante una situación, saben qué decir y cómo decirlo teniendo una respuesta adecuada.

En cambio también hay personas a las que los momentos conflictivos o tensos pueden hacerles sentir mucho malestar.

Vamos a ver cuáles son algunas de las causas por las que no se es asertivo:

No he aprendido a ser asertivo o lo he aprendido de forma errónea.

Ser capaces de ser asertivos es algo que construimos gracias a nuestro entorno, la sociedad, nuestro contexto y nuestras relaciones sociales desde la infancia.

La asertividad no es una «personalidad innata» asertiva o no asertiva, ni se heredan características de asertividad.

La asertividad se aprende mediante la observación, refuerzo e imitación de otros modelos referentes como padres, madres, profesores, medios de comunicacion, etc.

No conozco o rechazo mis derechos.

Si desde nuestra infancia nos han enseñado a no priorizar nuestros deseos y necesidades es lógico que, según vayamos creciendo, no conozcamos nuestros derechos asertivos.

Dichos derechos fueron creados por Manuel J. Smith (1975) y son la base del autorespeto y factor clave en el estilo asertivo.

A continuación os dejamos algunos:

  • Derecho a decir «no» sin sentir culpa.
  • Derecho a ser tratado con respeto y dignidad.
  • Derecho a cometer errores.

Mis creencias y patrones de pensamiento me impiden actuar asertivamente.

Hay ciertas creencias que se van formando a lo largo de la vida y, si no se hace nada en contra u ocurre algo que las modifique, se afianzan y refuerzan cada vez más.

Por ejemplo: «tengo que ser querido y aceptado por todo el mundo», «tengo que preocuparme por la gente que quiero»…

Esto hace que las personas estemos constantemente pensando en actuar en base al beneficio de los demás.

Existe tanta ansiedad ante situaciones concretas que, aunque quieras, no puedes actuar con asertividad.

Puede ocurrir que hayamos vivido experiencias asertivas que se han quedado ancladas a situaciones concretas.

Esto, en psicología, lo llamamos «condicionamiento«.

Es decir, una situación puntual nos ha generado tanta aversión que esa emoción se queda anclada a situaciones que se parecen a las que ya hemos vivido.

Esto va a hacer que no podamos ser asertivos, puesto que nos genera demasiada ansiedad para enfrentar la situación.

Conclusión.

La asertividad es un estilo comunicativo que nos puede servir en todos los ámbitos de nuestra vida y a cualquier edad, ya que es un comportamiento que se puede aprender y reforzar.

El desarrollo de la asertividad hará que nuestra autoestima se fomente y seamos capaces de vernos merecedores de derechos y respeto.

Si sientes que expresar tus necesidades te incomoda y te cuesta tenerte en cuenta priorizando siempre lo que el resto de personas quiere, te animamos a contactar con nosotros y empezar a trabajar para cambiar esta situación y comenzar a pensar en ti.

Escrito por Carolina.

Bibliografía:

  1. Lacunza, A. B. (2012). Las intervenciones en habilidades sociales: revisión y análisis desde una mirada salugénica.
  2. Castanyer, O. (1996). La asertividad. Expresión de una sana autoestima. Bilbao: Descleé de Brouwer.

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