Al hablar del deporte en la mujer tenemos que tener en cuenta cómo influye el ciclo menstrual en el rendimiento deportivo.
De este modo, valorar los cambios que se producen a lo largo del ciclo nos permitirá tomar mejores decisiones a la hora de periodizar el entrenamiento y la nutrición.
¿Cómo influye el ciclo menstrual en el rendimiento deportivo?
Quién regula el ciclo menstrual
Para saber cómo afecta el ciclo menstrual al rendimiento, primero tenemos que conocer a los agentes implicados en la regulación del sistema hormonal femenino: hipotálamo, adenohipófisis y ovarios.
Cada uno segrega una serie de hormonas encargadas de garantizar el correcto funcionamiento del ciclo menstrual.
A este mecanismo lo denominamos eje hipotálamo-adenohipofisario-gonadal y es un mecanismo que sucede en forma de cascada con el fin de regular la cantidad de hormonas que se segregan:
- Una hormona es liberada por el hipotálamo: hormona liberadora de gonadotropinas o GNRH.
- Dos hormonas son liberadas por la adenohipófisis como respuesta a la segregación de la GNRH: hormona folículo estimulante (FSH) y hormona luteinizante (LH)
- Por último los ovarios segregan, en respuesta a las hormonas liberadas por la adenohipófisis, estrógenos (estrona y estradiol) y progesterona.
Todas estas hormonas son segregadas en diferente cantidad a lo largo del ciclo menstrual marcando las diferentes fases del mismo (1).

Qué sucede en las diferentes fases del ciclo menstrual
El ciclo comienza con el primer día de sangrado. En ese momento empieza la fase folicular que durará aproximadamente 14 días y que podemos dividir en dos fases:
- Fase folicular temprana: en esta fase nos encontramos con un bajo nivel de estrógenos y progesterona.
- Fase folicular tardía: se produce un aumento sostenido de la FSH hasta antes de la ovulación. Este aumento de la FSH hace que aumente también el nivel de estrógenos, estimulando la formación de folículos. Este aumento sostenido de estrógenos estimulará a la GNRH produciendo un pico de LH que culminará el proceso de formación del folículo dominante.
Con la formación del folículo dominante termina la fase folicular. Este folículo dominante seguirá desarrollándose en la siguiente fase: la ovulación.
Durante la ovulación suceden dos cosas principalmente:
- La formación del cuerpo lúteo.
- La liberación del ovocito por parte del folículo dominante.
Tras la ovulación da lugar la fase lútea, que dura aproximadamente 14 días. Tras ella empezará un nuevo ciclo.
Durante la fase lútea el protagonista será el cuerpo lúteo. Es en esta fase cuando se forma, se pone en marcha y crece.
El cuerpo lúteo a su vez estimulará estrógenos pero, sobre todo, estimulará la secreción de progesterona.
La función de la progesterona es preparar el útero para un posible embarazo y la correcta implantación del embrión.
En caso de que no haya embarazo, la secreción de progesterona y estrógenos desciende dando lugar a la menstruación y, por tanto, al comienzo de un nuevo ciclo.

¿Cómo afecta el ciclo menstrual al rendimiento deportivo?
Tenemos que centrarnos en las variaciones de la concentración de las diferentes hormonas a lo largo del ciclo menstrual.
Nos centraremos en concreto en las dos producidas por los ovarios: estrógenos y progesterona.
- Los estrógenos parece que tienen una acción anabólica muscular (creación de músculo). También parecen estar implicados en la mejora de la calidad de la contracción muscular.
- Se cree que la progesterona haría el efecto contrario y, por lo tanto, disminuye los niveles de fuerza (2).
Aplicando esto podríamos prever una mejora del rendimiento vinculado a la fuerza cuando los estrógenos se encuentran elevados y un deterioro del mismo cuando la progesterona es la predominante.
Esto podría traducirse en una mejora durante la fase ovulatoria o la fase folicular tardía y un detrimento del rendimiento durante la fase folicular temprana y la fase lútea.
¿Cómo de relevantes son estas variaciones del rendimiento?
Para responder a esta pregunta recurriré a una revisión sistemática publicada en Sports medicine en 2020, en la que se incluyen 76 estudios realizados en más de 1000 mujeres.
Los resultados de esta publicación hacen ver que podría haber una pequeña disminución trivial del rendimiento durante la fase folicular temprana.
Tampoco se encontró un efecto diferencial entre entrenamiento de fuerza o resistencia, además de verse una gran variación de resultados entre estudio (3).

Conclusiones
Tras analizar la literatura disponible hay que decir que, por el momento, no se pueden asumir diferencias significativas durante las distintas fases del ciclo menstrual.
No obstante, esto no quiere decir ni mucho menos que no se debería tener en cuenta el ciclo menstrual a la hora de planificar el entrenamiento y la nutricion.
De hecho, sería importante individualizar cada caso teniendo en cuenta la fase del ciclo menstrual y la sintomatología en caso de haberla y contextualizar todo no solo para mejorar la adherencia a la práctica deportiva sino para valorar un posible problema o patología que esté condicionando la práctica deportiva y la salud.
Por lo tanto sería interesante monitorizar el ciclo menstrual, sobre todo para detectar anomalías que puedan perjudicar la salud o el rendimiento deportivo.
Si estás interesada en mejorar tu rendimiento deportivo, conocer más acerca de tu ciclo menstrual y comenzar a tener en cuenta estos aspectos a la hora de planificar tu alimentación, no dudes en contactar con nosotros.
Escrito por Nicolás.